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#Ferias y eventos
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Un enigma arquitectónico
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Un sendero que tejía a través de viñedos y de huertas antiguos no pudo parecer como el lugar más obvio exhibir arte, pero ése es exactamente el ajuste para las paradas causantes de reflexión del proyecto 24.
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El Rehberger-Weg es una trayectoria fronteriza de 5 kilómetros que liga uno de los museos de arte modernos más finos Fondation Beyeler del mundo en Suiza y el campus igualmente inspirador de Vitra de La Meca del diseño en Alemania.
Escuche los sonidos de la campana en Fondation Beyeler, la agua corriente de la fuente detrás y la tranvía que separa. Ésta es la primera o pasada parada dependiendo de la cual la manera usted camina la ruta.
Viajamos la ruta durante el viaje experto el 2 de octubre con el arquitecto Albert Gothe de Vitra. Es duro no mirar sus alrededores en una nueva luz después de parar los 24 waymarkers llamativos creados por el artista Tobias Rehberger. Una lámpara de calle, una fuente de agua y los prismáticos están entre los objetos que se han replicado en esculturas gigantes, coloridas con todo sencillas, actuando como postes indicadores-hacia fuera chillones del lugar en este ambiente natural.
“Es como los capítulos de un libro o una película,” el artista Rehberger dijo a ArchiExpo. “Pienso que crea un ritmo y ése es parte de la alegría.”
Pero además de placer de dibujo de las esculturas o de las pinturas, la trayectoria eleva a caminante sobre un punto álgido del iceberg de Tüllinger, recompensándolos con un diferente tipo de aprecio que de las visiones de gran envergadura sobre los tejados de Weil Rhin de Alemania y apenas más allá a la ciudad que apresura de Basilea en Suiza y hacia fuera a Francia. Me colocaba en este punto álgido con el arquitecto Albert Gothe que, con un barrido de su brazo, animó a nuestro grupo a mirar hacia fuera al horizonte y a identificar los chapiteles famosos de la piedra arenisca de Basilea Münster.