Ahora puede bendecir los muebles de su hogar

Bendecir Muebles

La colección de muebles elegantes y de alta calidad de ArtesMoble ofrece ahora la posibilidad de bendecir los muebles que van a formar parte de su hogar. Bendecir los muebles es reconocer la providencia de Dios y su bendición fruto del trabajo y para el bien de nuestra familia.

Un cliente nos consultó si podíamos bendecir los muebles que iban a formar parte de su hogar. La palabra "bendecir" viene del latín "bene dicere" que significa "decir bien" un recuerdo de las bondades de Dios.

Fue toda una sorpresa recibir esta consulta, nos recordó que la fe en Dios está presente en muchos hogares, en el mío también, y que para un Cristiano todo bien material es un don de Dios al que debe darse un buen uso para procurar el bien de nuestras familias, el del prójimo y el nuestro. Así que desde ArtesMoble decidimos ponernos a ello:

Muebles Bendecidos

El reto de bendecir los muebles fue bastante más fácil de lo que penábamos, solamente tuvimos que acercarnos a una Iglesia Católica, hablar con el sacerdote y quedar un día para bendecir. Lo más exigente y arriesgado fue acercar a la parroquia los muebles sin embalar ni dar golpes a los muebles y lastimar el perfecto acabado encerado de ArtesMoble, un acabado que recientemente ha sido innovado con un tratamiento contra bacterias, hongos y moho que tiene propiedades anti polvo. Finalmente los muebles fueron bendecidos por el Sacerdote por el rito romano de la Iglesia Católica Apostólica Roma con agua bendita.

El sentido cristiano de bendecir los bienes materiales no religiosos, es que los laicos nos demos cuenta que también los bienes materiales son dones recibidos de Dios a través de nuestro trabajo y por lo ello debemos darlos un buen uso, así además también pueden convertirse en un estímulo espiritual.

Mueble bendecido por el rito católico

La bendición no da superpoderes a los muebles contra los golpes, o rayones por el uso, sino que es en agradecimiento y compromiso de darles un buen uso, además este sacramental tiene siempre como principal destinatario a los seres humanos, a cuya santificación se ordenan.

La litúrgica vigente de la bendición de objetos en la forma ordinaria del rito romano de la Iglesia Católica Apostólica Romana, dice que los objetos pueden ser bendecidos tanto por sacerdotes como por laicos (fieles cristianos) Así que si estás bautizado, seas hombre o mujer, casado o soltero, formas parte del pueblo de Dios, puedes bendecir objetos.

Aquí os dejamos el rito para que puedas bendecir tu casa, los muebles, el coche...

Rito de la bendición de objetos por laicos:

En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo.

Todos se santiguan y responden: Amén.

Saludo: Proclamemos la grandeza de Dios, que dio al hombre el mando sobre las obras de sus manos.

Todos responden: Amén

El Laico que dirige la bendición "Ministro" lee :

El hombre, con su trabajo y su ingenio, con la ayuda de la ciencia y de la técnica, va dilatando más y más su dominio sobre la naturaleza. Merced a ello y aportando su propia actividad, se granjea gran número de bienes, contribuyendo así a mejorar las condiciones de vida propia y de sus semejantes. Cuando se inauguran, presentándolos por vez primera, determinados objetos, puede resultar oportuna una celebración que ponga más de relieve cómo el mensaje cristiano impone a los hombres el deber ineludible y social de mejorar el mundo.

Acto seguido el Ministro o unos de los presentes lee el siguiente texto de la Sagrada Escritura.

Jn 4, 5-14: El que beba del agua que yo le daré nunca más tendrá sed

Escuchad ahora, hermanos, las palabras del santo Evangelio según san Juan:

Llegó Jesús a un pueblo de Samaría llamado Sicar, cerca del campo que dio Jacob a su hijo José; allí estaba el manantial de Jacob. Jesús, cansado del camino, estaba allí sentado junto al manantial. Era alrededor del mediodía. Llega una mujer de Samaria a sacar agua, y Jesús le dice:

-«Dame de beber.» Sus discípulos se habían ido al pueblo a comprar comida. La samaritana le dice: - «¿Cómo tú, siendo judío, me pides de beber a mí, que soy samaritana?» Porque los judíos no se tratan con los samaritanos. Jesús le contestó: - «Si conocieras el don de Dios y quién es el que te pide de beber, le pedirías tú y él te daría agua viva.» La mujer le dice: -«Señor, si no tienes cubo, y el pozo es hondo, ¿de dónde sacas el agua viva?; ¿eres tú más que nuestro padre Jacob, que nos dio este pozo, y de él bebieron él y sus hijos y sus ganados?» Jesús le contestó: -«El que bebe de esta agua vuelve a tener sed; pero el que beba del agua que yo le daré, nunca más tendrá sed: el agua que yo le daré se convertirá dentro de él en una fuente de agua que salta hasta la vida eterna.»

Palabra del Señor.

Según las circunstancias, se puede decir o cantar un salmo responsorial u otro canto adecuado.

Salmo responsorial

"¡Aleluya! Alabad al Señor desde los cielos, alabadlo en las alturas;" alabadlo, todos sus ángeles; alabadlo, todos sus ejércitos; alabadlo, sol y luna, alabadlo, todas las estrellas luminosas; .alabadlo, cielos de los cielos y aguas que estáis por encima de los cielos; .alaben el nombre del Señor, porque él lo mandó y fueron creados; "él los fijó para siempre jamás, puso unas leyes que nunca cambiarán."

El ministro, según las circunstancias, exhorta brevemente a los presentes, explicándoles la lectura bíblica, para que perciban por la fe el significado de la celebración.

Preces

Antes de la oración de bendición también puede hacerse la plegaria común.

En las obras e inventos del ingenio humano, hemos de reconocer la permanente actuación de Dios creador. Es justo y conveniente que, agradecidos, ofrezcamos a Dios nuestras alabanzas y que lo invoquemos confiadamente, diciendo: