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#Novedades de la industria
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MUSEO DE CRISTAL
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[...] "La sala Galaxia hace un recorrido por el proceso de fabricación del cristal, evocando los cuatro elementos naturales y transportando a los visitantes a una dimensión temporal diferente" [...]
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El Museo del Cristal está situado en la zona subterránea de la antigua fábrica de cristal y vidrio Schmidt y cuenta con varios espacios expositivos que muestran la evolución de la industria del vidrio desde 1820 hasta nuestros días.
Filippo Fornai, el arquitecto, concibió el museo como un lugar donde la belleza de las instalaciones y los productos de diseño se combinan con su entorno, estimulando las emociones y evocando la idea de pureza, fragilidad y dureza del cristal.
Lo primero que nos viene a la mente cuando pensamos en el vidrio, sobre todo en el cristal, es su transparencia, la forma en que refleja el agua y el hielo y la ligereza del aire. De hecho, el cristal y el vidrio encarnan los elementos del fuego, el aire, el agua y la tierra.
La tierra, porque nace de la arena y el plomo; el fuego, porque se funde en materia incandescente como el magma. El agua, porque sirve para enfriar. El aire, por su sencillez y suavidad. A partir de estos cuatro componentes, el diseño de la exposición pretende resaltarlos dentro de la sala de exposiciones mediante el uso de determinados materiales, colores e instalaciones.
El techo de la entrada recuerda el componente del agua y las burbujas de cristal sopladas por los artesanos. Al contemplar la estructura, la imagen de las gotas de agua desprendiéndose de la superficie ondulante viene instantáneamente a la mente. El sistema utilizado consiste en paneles de acero inoxidable pulido y martillado con efecto espejo, colocados sobre una estructura de rejilla en T.
Dentro del museo, hay una sala especial llamada "Galaxia", que evoca los cuatro elementos naturales llevando al espectador a través de un big bang sobre el proceso creativo del cristal. Los paneles que cubren toda la sala son de acero inoxidable pulido con efecto espejo para potenciar el impacto de las proyecciones de vídeo, fragmentando y descomponiendo el espacio arquitectónico en un túnel caleidoscópico donde un vórtice de luz y emoción transporta al visitante a una nueva dimensión espacio-temporal.