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JARDINERAS Y BOLARDOS DE CONCRETO /

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Una contribución esencial a la protección de los espacios públicos

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La tranquilidad y la seguridad siempre han sido la premisa principal de una planificación urbana exitosa. Dado que las plazas, los parques y los espacios abiertos son lugares de reunión donde la gente socializa y se encuentra, deben surgir en entornos seguros. La amenaza de acontecimientos que podrían afectar a la seguridad ha llevado a los gestores de los espacios públicos a plantearse la instalación de nuevos tipos de elementos urbanos para mejorar el bienestar de las personas. Las ciudades necesitan estructuras especiales diseñadas para garantizar la seguridad perimetral, con la intención de crear zonas peatonales con tráfico y acceso limitados. El cumplimiento de este objetivo pasa por tener en cuenta el estilo del entorno local. El mobiliario urbano debe retener, atraer y proteger a las personas hacia los lugares, respetando los caracteres distintivos de los entornos locales. De este modo, los maceteros, bolardos y elementos decorativos, todos ellos de hormigón, contribuyen de forma esencial a la protección de los espacios públicos de una manera estéticamente agradable, gracias a sus características únicas como la elegancia, la resistencia y la resistencia.