Publicación el 16/8/2016
Con la colección de frigoríficos FAB, Smeg ha acostumbrado a sus seguidores al uso de los colores como elemento de concepción, juntamente con una forma inusualmente característica y unos contenidos tecnológicos de vanguardia. Un enfoque exitoso que derrocó la combinación frío/gris/acero de cáliz clásico en favor de las interpretaciones personales de aquellos que eligen un FAB de colores. Sentirse transportado en el tiempo con los colores típicos de los años 50 o sencillamente moverse en una cocina, centro vital de cualquier hogar, donde el rojo y el naranja armonizan a la perfección.Smeg también se ha adentrado en las fronteras del área pura del diseño, siendo consciente de un público cada vez más sensible a otros estímulos: la moda en la versión FAB de tejano, el lujo del FAB Swarovski o la extravagancia de una pasión personal por el mundo anglosajón con el FAB Union Jack.
En el corazón de una gama que hoy en día cuenta con más de 20 modelos distintos y que está constantemente en evolución, es el momento de dar espacio al mundo del arte y la arquitectura. Gracias a la sensibilidad de Smeg estos dominios culturales no tienen que renunciar al concepto de un electrodoméstico de diseño por mucho más tiempo. La compañía ha decidido rendir homen...