Arquitecturas de viaje

De «no-lugares» a «superlugares».

Aeropuertos, estaciones de tren, metros, aglomeraciones urbanas periféricas de nueva construcción: los no-lugares, como los llamó Marc Augé, han sido considerados durante mucho tiempo espacios neutros, anónimos, con características homogéneas y sin identidad real. Sin embargo, con el paso de los años, la velocidad de los intercambios a nivel mundial ha otorgado a estos espacios un papel crucial. Despojadas de su simple función de zonas de tránsito, las infraestructuras de movilidad son microsistemas de ciudades especializadas y contienen todo lo que puede satisfacer las necesidades de los usuarios: los que viven en ellas y los que están de paso.

La intención explícita de los diseñadores se convierte así en la de transformar los grandes nodos de intercambio en propagaciones de las ciudades, no en episodios aislados, desvinculados del contexto. Y es en pos de este objetivo que se están replanteando las estaciones y los aeropuertos de última generación. De simples espacios para recorrer rápida y distraídamente, se convierten en nuevas plazas postmodernas en las que pasar el tiempo entre tiendas, bares, restaurantes, zonas de exposición o detenerse a admirar el valor del corpus arquitectónico. Los no-lugares evolucionan hasta convertirse en superlugares, desarrollando una nueva e inédita centralidad: espacios con mucha concurrencia en los que viajar se convierte en una de las posibilidades, no la única.

Y es también en estos superlugares donde Cotto d’Este ha sabido trasladar su know how, prestaciones y belleza: la superioridad de unos pavimentos y revestimientos resistentes y de fácil mantenimiento que, al mismo tiempo, crean el marco estético más adecuado para las historias de los que viajan, la seguridad de los que están de paso y de los que se quedan allí unos minutos o, a veces, horas entreteniéndose.

Es en este contexto que se introduce la estación de Alta Velocidad de Roma Tiburtina, un importante nudo metropolitano, regional e internacional. El imponente bloque es un prisma de cristal de 240 metros suspendido a nueve metros de altura sobre la línea de las vías existentes, con una profundidad de cincuenta metros, una altura constante de 10,5 metros y dividido en ocho volúmenes, para prestar servicios a viajeros y ciudadanos. Para este extraordinario proyecto, el estudio ABDR de Roma ha elegido la colección Buxy, el gres porcelánico de grosor aumentado de 14 mm, realizado con un proceso de fabricación único —prensado 3 veces y cocido a 1230 °C durante más de 90 minutos— que le otorga prestaciones técnicas y características estéticas excelentes. Una resistencia inigualable.

Al desarrollar el programa de diseño interior de las zonas de recepción del Aeropuerto Hamad de Doha, inaugurado en 2014, el estudio Antonio Citterio Patricia Viel tuvo que enfrentarse primero al tema del tamaño. De hecho, el trabajo consistía en diseñar los interiores de la Sala VIP de Qatar Airways: una superficie de 50.000 m2 para la que se requería un alto nivel de refinamiento en términos de estilo, detalles y materiales. En general, el proyecto incluía el diseño de salones, áreas de facturación y zonas de libre acceso, dedicadas a una amplia gama de actividades: desde restaurantes hasta las zonas para niños. El hilo conductor de las distintas secuencias espaciales es el pavimento de gres porcelánico, desarrollado especialmente por Cotto d’Este para el proyecto.

Para cumplir con los complejos requisitos de estética y funcionalidad, la empresa ha desarrollado un producto especial a medida en el gran formato de 60 x 120 cm con un borde rectificado de 14 mm de grosor, capaz de cumplir las normas de rendimiento más estrictas para las superficies de uso público y con mucho tránsito. El especial acabado de la superficie de las baldosas, con efecto natural, crea una sutil vibración cromática y perceptiva de las piedras, los metales, el agua y la madera, que definen los elementos de revestimiento y mobiliario del espacio.

Con ocasión del Campeonato mundial de fútbol de 2018 en Rusia, Cotto d’Este revistió una de las estaciones del metro de Kazán más frecuentadas: Dubravnaya. Para las obras se eligió la colección Cadore: en particular, el acabado natural color Bosco, cálido y acogedor, caracterizado por diferencias de relieve entre las fibras típicas de las tablas de madera bruta y los surcos transversales. Un efecto natural, casi rústico, con un aspecto totalmente auténtico que llamó la atención de nuestros clientes, a quienes también conquistaron las elevadas prestaciones técnicas en exteriores. De hecho, se eligió la versión de grosor de 20 mm, que supone una garantía de duración ilimitada, con una resistencia de carga infinita, respecto al gres tradicional, frente a los agentes atmosféricos y al desgaste.

Para la realización de las superficies verticales de la nueva Chongqing West – Railway Station situada en el distrito de Shapingba de Chongqing, se eligieron las placas cerámicas ultrafinas de Kerlite. El proyecto de la Chongqing West – Railway Station produce un impacto global caracterizado por una gran profundidad, gracias al veteado del mármol, que crea una sugerente contraposición entre la antigüedad de la piedra y la impronta hiperactual del diseño. Las superficies de Cotto d’Este revisten las paredes de la nueva estación, la cual se eleva cinco plantas con un área de 119.600 metros cuadrados. Para la realización de este majestuoso proyecto, se ha elegido la colección Kerlite Exedra en la versión Travertino —acabado que evoca uno de los mármoles más famosos y antiguos— en formato 100 × 300 con un grosor de 3,5 mm, revistiendo las paredes internas de la estructura de modo que se cree continuidad cromática y estilística en todos los ambientes.

Cotto d’Este confirma así su capacidad de ofrecer soluciones de gran valor, fruto de una cuidadosa investigación estética y funcional, y desarrolladas a medida, para dar personalidad y centralidad a arquitecturas de viaje destinadas a hablar con varias culturas y a acoger múltiples historias.