La coloración de metales por proceso sol-gel.

El acero inoxidable es muy utilizado en el mundo de la construcción, en particular por su resistencia a la corrosión y sus excelentes propiedades mecánicas.

Las posibilidades de cepillado también lo convierten en un material de elección para arquitectos, diseñadores y decoradores, además de hacerlo aún más atractivo y ampliar su espectro de aplicación, su coloración también se está volviendo muy popular. Al igual que el latón y el cobre, también muy apreciados en el diseño de interiores por su brillo y pureza, con posibilidad de variar los colores gracias a procesos de oxidación controlados o depósitos de otros metales.

Los procesos de pintura convencionales (recubrimiento en polvo o barniz) a menudo hacen que los metales como el acero inoxidable pierdan su apariencia de "diseño" y/o su acabado. Por ejemplo, un acabado satinado o microperlas no será visible debido al excesivo espesor del recubrimiento (alrededor de 10 a 100 micras). Los métodos de variación del color superficial en la masa por deposición química (o electroquímica) o por plasma también tienen sus limitaciones como la paleta de colores, la alteración de estos con la corrosión o el tamaño mínimo de los lotes.