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CUIDAR DE LOS ANCIANOS
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CUIDAR DE LOS ANCIANOS
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Cuando se experimentan problemas de salud persistentes como debilidad muscular, dolor de articulaciones o dolor de espalda crónico, un buen sillón puede ser de gran ayuda en la vida diaria. Los sillones de asiento alto pueden ayudarle a entrar y salir de los muebles, mientras que la amplitud ideal de movimiento de balanceo promoverá la circulación y aliviará el peso de la columna vertebral elevando las piernas por encima del corazón.
La artritis y el dolor de espalda pueden ser condiciones debilitantes, pero ¿sabía usted que usar una mecedora puede ser de ayuda? Incluso se dice que el ex presidente de los Estados Unidos John F. Kennedy solía usar una mecedora para aliviar su dolor de espalda.
El uso de una mecedora aumenta el flujo sanguíneo alrededor del cuerpo, enviando así más oxígeno a las articulaciones, lo que puede ayudar a aliviar los síntomas de la artritis. El leve esfuerzo físico de mecerse también ayuda a aumentar la fuerza y la flexibilidad de las rodillas, mientras que el acto de mecerse aparentemente ayuda a evitar que las señales de dolor viajen de la espalda al cerebro.
La edad es una de esas cosas que nos alcanza a todos con el tiempo. Los sillones cómodos para los ancianos no sólo pueden mejorar la calidad de vida, sino que también ayudan a apoyar a los cuerpos que se ven afectados por la debilidad por una u otra razón. Incluso si no se es mayor de edad, tales sillas pueden ser generalmente beneficiosas para cualquier persona que haya estado enferma o incluso para alguien que esté cansado al final de un largo día.
Cuando se seleccionan sillones para los ancianos, hay que tener en cuenta la fuerza del usuario. Por ejemplo, no todas las personas mayores necesitan una silla elevadora para poder ponerse de pie desde una posición sentada. La altura y el peso del usuario también son consideraciones que deben tenerse en cuenta. La profundidad del asiento debe adaptarse correctamente a la longitud de las piernas del usuario, así como a la altura de la silla desde el suelo hasta el asiento. El estado mental del usuario también debe tenerse en cuenta, por ejemplo, ¿puede la persona manejar con seguridad los controles de una silla de ascensor? Tampoco se debe dejar de lado la estética en el proceso de selección. Un artículo que se usará a menudo, como una silla favorita, debe ser visual y textualmente atractivo, así como práctico.