Una mesa "matemática"

Simbología matemática y principios de la vida

En este cuadro hemos querido representar la fuerza y la energía masculinas que se reconocen como una dimensión vital inseparable de la estabilidad y la delicadeza femeninas.

La energía del signo deriva de la esencialidad y la optimización estructural y se estratifica en las complejas referencias semánticas del mismo signo.

La lemniscata de Bernoulli es una curva plana descrita matemáticamente en 1694 por el matemático suizo Jakob Bernoulli (1655-1705).

El término latino lemniscus, del griego λημνίσκος (banda, cinta), designaba en la antigua Roma una cinta que envolvía a la milicia y a las coronas triunfales. En términos más generales, describe una cinta que envuelve guirnaldas y festones en las decoraciones arquitectónicas.

Gráficamente, la lemniscata de Bernoulli también puede describirse como un número 8 girado 90°.

En términos matemáticos representa el infinito, o un número infinitamente grande, según una convención atribuida al matemático inglés John Wallis (1616-1703).

En la antigua cultura de la India representa el perfecto equilibrio generativo y vital entre los principios masculino y femenino, con significados que se solapan parcialmente con los expresados por el concepto y símbolo chino del Yin-Yang.

Metafóricamente, este símbolo representa la eternidad del flujo vital, como, por ejemplo, en los nudos celtas.

Un contenido semántico similar se encuentra también en el urobóro, un símbolo muy antiguo encontrado en muchos pueblos y en diferentes épocas, que representa una serpiente mordiéndose la cola, formando un bucle sin principio ni fin, a veces también definido gráficamente mediante una lemniscata. Representa la energía universal que se consume y se renueva, devorándose y regenerándose en un ciclo sin fin, expresando así los conceptos de perfección, unidad y totalidad, infinidad, eternidad.