Beautysaur Organics

Studio Bean Buro

El diseño de la tienda insignia de Beautysaur Organics, una marca de cuidado de la piel y belleza, presenta materiales cuidadosamente seleccionados. La tienda está situada en el distrito Tsim Sha Tsui de Hong Kong y fue diseñada por el estudio Bean Buro. Tras su éxito en Internet, el objetivo de la marca era recrear un espacio físico distintivo para atraer a un mayor número de clientes. Se basa en una cuidadosa investigación que se refleja en la elección de los materiales, la ecléctica disposición de los elementos de mobiliario y la combinación y el perfecto equilibrio de las formas arquitectónicas con materiales y colores suaves y acogedores. Las significativas transiciones de color definen las diferentes áreas de trabajo y, junto con la secuencia precisa de los diseños de los muebles, dan carácter al proyecto.

Metropolis de Lea Ceramiche fue elegido para el revestimiento del suelo, gres porcelánico con efecto de hormigón en el sutil tono blanco de Tokio. El blanco leche del piso enfatiza, por contraste, el color de los muebles rosados y la presencia de una mesa de color verde con un diseño orgánico. El estilo minimalista del hormigón y el uso de colores suaves y uniformes para las paredes proporcionan una sensación de armonía y comodidad. La madera utilizada para los muebles se alterna con el blanco de la cerámica con una textura extremadamente natural; colores uniformes que sólo se interrumpen por unos pocos elementos de exposición hechos a medida y sus formas sinuosas y curvilíneas.

Metropolis by Lea Ceramiche no sólo se distingue por sus cualidades estéticas y de rendimiento, sino también por la protección antibacteriana Protect®. Con una base de plata, incorporada a las baldosas durante el proceso de producción, hace que la colección sea especialmente adecuada para las áreas de bienestar y cuidado personal. La tecnología Protect®, al actuar constantemente las 24 horas del día y bloquear el metabolismo de las bacterias que entran en contacto con la superficie, garantiza que la baldosa esté siempre protegida y segura y, por consiguiente, que el entorno esté siempre limpio, acogedor y habitable.