EL ARTE DE LA TARACEA

San Petersburgo, Rusia

La técnica de la taracea se utilizó por primera vez en los territorios de Asia Menor para embellecer las paredes de un palacio real, pero luego se consolidó gracias a la tradición artística de las decoraciones que caracterizan a las iglesias cristianas. Al engastar el mármol con decoraciones y diseños, se pueden revestir suelos y muebles, dando un valor incalculable a simples revestimientos o accesorios de decoración.

Antes de realizar el trabajo, hay una fase de diseño muy precisa. Estas creaciones se realizan siguiendo un encargo específico y varían según las necesidades de cada uno. Comienza con la elección del tipo de mármol y el color resultante, con el fin de crear una armonía con los diseños que se crearán posteriormente.

La incrustación es una técnica decorativa creada para realzar las piedras y los materiales de origen natural, y es capaz de aumentar el prestigio de cualquier edificio, ya sea una vivienda o un lugar sagrado. En la entrada de esta casa creamos una incrustación seleccionando mármoles del mismo tono. Para este diseño, de hecho, se utilizaron Crema Valencia, Marrón Emperador, Emperador Claro y Bianco Sivec. Por otra parte, el marco que delimita el perímetro del atrio es de Travertino Amarillo.

Un suelo y un revestimiento de pared con incrustaciones o mosaicos se transforman en los elementos de decoración más exclusivos de cualquier ambiente. Tiene la oportunidad de representar temas de todo tipo: florales, figurativos, arquitectónicos que se convierten en cuadros de mármol en paredes y suelos, bellos y materiales.

La incrustación representa la unión entre el arte y la tecnología, ya que es esencial para combinar los colores adecuados, los tonos y, al mismo tiempo, la unión debe ser realizada con extrema precisión para no tener ningún tipo de juntas. Estamos equipados con la tecnología más innovadora para la realización de incrustaciones, de hecho tenemos una máquina Waterjet Flow con un cabezal dinámico que también es capaz de realizar cortes a 45 grados gracias a un chorro de agua extremadamente potente.