#Inspiración
Paseos por los museos florentinos
El escenario ideal para la exposición de obras de arte e historia
PLANIUM de Terenzi Srl ha creado a menudo superficies en ambientes muy relevantes. En varias ocasiones ha compuesto el escenario ideal para la exposición de obras de arte e historia.
La marca ofrece un catálogo de acabados metálicos que, con el paso de las temporadas, se ha ido ampliando dando gran espacio a la tecnología y la innovación. Nuestros suelos y revestimientos crean ambientes inolvidables, y nunca son simples contenedores neutros, sino auténticos protagonistas de la percepción del conjunto.
En la ciudad de Florencia, el acero Calamina ha puesto de relieve, renovándolos, dos galerías muy conocidas.
Los servicios técnicos del Ayuntamiento de la capital toscana, con la aprobación de Bellas Artes, han elegido el acabado cambiable de PLANIUM, como el acompañamiento perfecto que realza lo expuesto.
Empecemos por el Museo del Novecento:
1.000 m² divididos en 15 salas: las superficies se aplicaron con el sistema de instalación removible inmediata con un solo clic PL01 Invisible; al lado AC02 Stick-on, soluciones adhesivas con instalación de encolado tradicional. Sin ruidos de pisadas gracias a la base de goma, máximo confort durante el recorrido por el museo incluso en caso de mucha afluencia.
Además, se crean piezas especiales: paneles y paredes expositivas, revestimientos para las rampas de acceso a las habitaciones y para el mostrador del foyer, cubiertas para tótems informativos y “duchas de sonido” diseñadas a medida, con corte láser.
Vayamos entonces al Palacio de la Signoria:
Para la entrada y la taquilla se decidió reinterpretar completamente la estética: el revestimiento de losa Calamina se coloca en las paredes detrás de la zona del escritorio mediante el sistema AC02 Stick-on. El resultado es pura elegancia, contornos definidos y ordenados.
Cada lote de Calamina es único en sus tonalidades cromáticas. En este caso las grandes dimensiones de las losas enfatizan las vetas de antracita salpicadas de azul.
Los suelos y revestimientos no pueden limitarse a tener colores claros y uniformes, sino que deben sorprender en cada mirada, inclinación y perspectiva. Calamina nació con esta idea, cuya belleza surge precisamente de los múltiples efectos del trabajo en caliente del metal: un florecimiento de tonos que van del gris al petróleo, del azul al celeste, a los que luego se superponen tonos bronce y reflejos dorados. Cada elemento es una pieza única.
Se puede modificar la posición de cada losa y orientar las distintas geometrías de una forma nueva cada vez, si se aplica con nuestros sistemas autoportantes y reversibles. Basta con mover algunas placas y el efecto obtenido siempre será distinto.