Añadir a mis favoritos
Ver traducción automática
Esta es una traducción automática. Para ver el texto original en inglés
haga clic aquí
#Inspiración
{{{sourceTextContent.title}}}
CAUCE DEL RÍO POR OLAFUR ELIASSON
{{{sourceTextContent.subTitle}}}
Una instalación poética y hermosa en el museo de Luisiana del arte moderno
{{{sourceTextContent.description}}}
Por su primera vez que exhibe en el museo de Luisiana del arte moderno en Dinamarca, Olafur Eliasson presenta 3 instalaciones espaciales ambiciosas dentro del contexto arquitectónico del museo. Entre estas instalaciones es el cauce del río, un río de interior que imita perfectamente la naturaleza.
El paisaje artificial creado por el artista Danés-Islandés es impresionante. Las rocas cubren el piso de un cuarto grande, dejando una pequeña corriente del agua cruzar a través. Los visitantes pueden obrar recíprocamente con el cauce del río, vagando libremente en la instalación. Un concepto que saca a colación puntos interesantes en arte y arquitectura.
Primero, el cauce del río pregunta el significado entero de una qué experiencia del museo debe estar para los visitantes. Aquí, la relación entre el artista, la suya trabajo, el edificio y el espectador se empuja más lejos que la obra de arte regular. La interacción es lejos más importante puesto que los visitantes están caminando en la instalación, parte que se convierte de ella.
Cuál nos trae al segundo punto: Libertad. Según lo dicho antes, los visitantes aquí están totalmente libres de obrar recíprocamente con la instalación y pueden ir a dondequiera que sientan como ir. Esta sensación de la libertad también es subrayada por la sensación que el caos natural asumió el control el museo danés, con estas rocas grises separadas por todas partes y este río irregular flotando a través del cuarto. ¿Aquí la naturaleza parece retirar qué? s el suyo, empujando las paredes blancas artificiales del museo más lejos. Con todo, estas fronteras humanas todavía están allí, limitando la energía de la naturaleza. La libertad evidente se opone al confinamiento de la arquitectura humana.
El tema pasado planteado por Eliasson y su trabajo es la cuestión eterna de pasar tiempo. Por supuesto, el río es una metáfora obvia del tiempo que se desliza lejos pero la analogía va un poco más futura aquí. En cauce del río, parece como la naturaleza asumió el control la arquitectura humana, poniendo el énfasis en la relatividad de nuestras vidas, nuestra época humana, de qué estancias y qué sale.
En el extremo, Olafur Eliasson alcanza crear interactividad entre su trabajo, los apremios arquitectónicos del museo y el espectador de una manera poética y hermosa. El cauce del río nos recuerda lo que debe ser el arte: un puente entre el artista y la gente.