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#Novedades de la industria
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La conciencia moral de la arquitectura
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Lorenzo Pignatti analiza la instalación del sitio de las pruebas en la Venecia Bienal y refleja en los extremos morales de la arquitectura y la disposición de las cualificaciones profesionales para el crimen.
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En mineral del lenguado 24, Fulvio Irace describió una instalación en el pabellón central del Giardini en la Venecia 2016 Bienal como “hermoso y enfriándose”. El cuarto de las pruebas fue puesto por un grupo de profesores de la universidad de Waterloo (Canadá), integrada por Anne Bordeleau, Sascha Hastings y Donald McKay, coordinados todo por Robert Jan van Pelt, un historiador arquitectónico que se ha centrado siempre en la historia del holocausto, de cerca estudiando los campos y el Auschwitz de la exterminación particularmente.
Robert Jan van Pelt era el testigo experto antes de los Tribunales de Justicia reales en Londres en 2000 quién refutó una demanda falsa del historiador y del negador David Irving del holocausto de la revisionista. Él sostuvo que no había cámaras de gas en Auschwitz y que nunca sucedió el holocausto. La llave a estos procedimientos era las interpretaciones forenses de las pruebas arquitectónicas con respecto al testimonio cuidadoso de Auschwitz y de van Pelt's que reconstruía las pruebas reales e históricas del crimen perpetrado en Auschwitz vía documentos reales bastante que los testimonios orales de sus supervivientes. Su interpretación y pruebas en el diseño y el funcionamiento de estos edificios como medios de la exterminación total eran cruciales al resultado positivo del ensayo y a afirmar la verdad en el holocausto, el crimen más dramático del siglo XX. El informe de Van Pelt – publicado como la caja para Auschwitz – se ha convertido en una referencia primera para una nueva disciplina que se sentaba en las fronteras de la arquitectura, de la tecnología, de la historia, de la ley y de los derechos humanos: arquitectura forense.
Eso las mismas pruebas y documentación fue reproducida en el Bienal. El cuarto de las pruebas consiste en reproducciones y moldes de tamaño natural de características arquitectónicas en Auschwitz (una columna del gas y una portilla a prueba de gas – bombeaban Zyklon B en las cámaras de gas – una puerta a prueba de gas, las copias de los modelos, las letras de los arquitectos, las cuentas de los contratistas, las fotografías y más). En conjunto, proporcionan la confirmación concreta de los testimonios de la posguerra de ambos supervivientes y verdugos, probando más allá de toda la duda razonable que Auschwitz era una fábrica del propósito-diseño de muerte equipada de las cámaras de gas grandes y de los incineradores totales, y donde más que millones de personas, el 90% de ellos los judíos, fueron asesinadas.
Ésos que visitaban el pabellón central en el Giardini pudieron pasar rápidamente a través del cuarto de las pruebas, dado su tamaño pequeño y posición a lo largo de una ruta sino de ésta del tránsito no es el caso porque el tema anómalo y de “refrigeración” es agarrado por los visitantes incluso apresurados y distraídos. El espacio es pequeño pero bien diseñado y calibrado por los paneles blancos favorables de una rejilla regular en las paredes. El espacio es encendido por la luz blanca fuerte para crear un sentido de la suspensión. Toda la documentación – dibujos, fotografías y planes – llega a ser abstracta porque está presentada en los modelos blancos del yeso, su contenido leído sobre todo vía la sombra de su alivio. Algunos de las características arquitectónicas y de los componentes tecnológicos de las cámaras de gas se arreglan en el espacio, el ser más aterrorizante una columna del metal a través de la cual Zyklon B fue bombeado en las cámaras de gas. Fue construido usando parrillas de metales pesados con el refuerzo vertical y horizontal contra interferencia potencial de las víctimas; esta construcción sólida puede parecer excesiva pero provino el edificio/la eficacia tecnológica proporcionados por los que la diseñaron y construyeron – testimonio a su atención al detalle de los solos componentes.
El cuarto de las pruebas es instalación fuertemente táctil. Usted debe tocar los paneles del yeso al mejor percibe las partes en alivio. Usted tiene que tocar las características arquitectónicas para comprender su solidez. Usted tiene que tocar las portillas y las puertas para entender su robustez y peso. Tacto a entender. Un superviviente del holocausto que visitaba la universidad del taller de Waterloo en febrero de 2016 durante la construcción de los pedazos que se enviarán a la exposición de Venecia tocó la columna con su mano y encontrada este gesto táctil simple enorme y profundamente emocional: “Sentía la mano fría de la historia en mi espina dorsal, un nuevo reconocimiento visceral, todos estos años más adelante”.
La llave a la historia terrible narrada por el cuarto de las pruebas es que los arquitectos, los ingenieros, los técnicos y los planificadores urbanos hicieron su muy mejor crear una máquina muy eficiente y perfectamente de funcionamiento de la muerte. Si es forzado o ampliamente anuente, los técnicos trabajaron encendido y diseñaron Auschwitz al mejor de su capacidad, proporcionando sus habilidades y conocimientos técnicos técnicos para perfeccionar el más terrible de trabajos arquitectónicos. Así como los detalles técnicos mostrados en el cuarto de las pruebas vía dibujos y la documentación que registra la eficacia de las cámaras de gas, un plan director de Auschwitz revela la cultura urbana más actualizada de los tiempos, heredero al pensamiento racionalista y al planeamiento urbano de la preguerra de toda la Alemania. Auschwitz casi era una ciudad modelo con una disposición enorme racional, un diseño axial, una jerarquía y una distribución exacta de servicios (los incluyendo de la muerte) en relación con el alojamiento. Las notas manuscritas por los técnicos en las copias de dibujos muestran sus cálculos con referencia a la capacidad máxima de las chozas del alojamiento que, simplemente aumentando los lugares de la litera a partir del tres a cuatro, subieron de 550 a 744 los internados por el edificio. De hecho, los discos proporcionan toda clase de ejemplos en cómo mejorar eficacia y condiciones generales en Auschwitz.
Van Pelt cita al historiador Nikolaus Pevsner que, hablando de los campos y del holocausto de la exterminación, dijo “el menos dicho, el mejor.” Ciertamente, la generación que vivió con ese período quiso hablar lo menos posible sobre el drama del holocausto. Sin embargo, Bienal de Aravena puso el papel social de la arquitectura y, lo que es más importante, del conocimiento y de la distribución de experiencias en su corazón. El cuarto de las pruebas comparte el drama de las cámaras de gas y echa la luz en una tentativa de negar su existencia pero, sobre todo, la refleja en la responsabilidad moral y ética de producir arquitectura.
Dirigiendo los extremos morales de la arquitectura y la disposición de las cualificaciones profesionales para un crimen, el cuarto de las pruebas no se une al estribillo de esos afilados para mantener su memoria viva, él personifica bastante el drama de Auschwitz.