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Milano Free-standing
Una personalidad única y la máxima versatilidad de utilización.
“Sensualidad y plasticidad son los dos rasgos característicos a la base de la idea proyectual para el radiador Milano Free-standing. Su cuerpo sinuoso y escultórico sintetiza la voluntad de experimentación formal en el campo del elemento radiante de decoración. Se trata de características
que hacen que sea parte integrante del proyecto de interiores entendido en su acepción más unitaria. De componente aislada de pura connotación formal a verdadero instrumento de separación de los espacios”.
Milano Free-standing es un cuerpo calentador caracterizado por una personalidad única y por la máxima versatilidad de utilización puesto que no necesita instalación. Gracias a su naturaleza autoportante, es en efecto un objeto que se puede colocar al propio gusto dentro de una habitación, convirtiéndose de esta forma en el protagonista indiscutible.
Equipado con un soporte especial de bancada, se distingue por el aspecto escultórico y se presta a crear soluciones compositivas de gran efecto, en cuyo alrededor se construye el proyecto de interiores. Milano Free-standing ofrece una amplia gama de posibilidades decorativas, incluso fuera del ámbito residencial, y es el elemento ideal para añadir un toque de elegancia artística al ambiente.
Está realizado con elementos modulares de 13 cm de alto y 25,8 de ancho máximo y está disponible en más de 260 tonalidades y en el nuevo acabado acero natural pintado transparente.
El elevado grado de innovación en el diseño de Milano Freestanding lo confirman los coordinadores del Die Neue Sammlung - The International Design Museum Munich, que lo han escogido y añadido en la colección permanente del museo.
Hoy Milano Free-standing entra a formar parte de la nueva colección Plug&Play, presentada por Tubes durante el Salone Internazionale del Mobile 2018. Una colección que marca el punto de partida del inédito concepto de calor personal: los objetos calentadores, libres de los vínculos de la instalación, superan el estatismo de la arquitectura para abrirse a la dimensión humana que, por definición, está en constante movimiento y evolución.