Faralda NDSM Crane Hotel

Monumento industrial con zona wellness

Difícilmente encontrará un hotel más extraordinario que el Faralda NDSM Crane Hotel de Ámsterdam. Esta grúa portuaria, actualmente patrimonio protegido, se encuentra en los antiguos astilleros, ha sido restaurada según las ideas innovadoras del propietario y director del proyecto Edwin Kornmann Rudi en colaboración con el estudio de arquitectura IAA Architecten de Ámsterdam y los ingenieros de VDNDP bouwingenieurs, y alberga actualmente tres suites perfectamente equipadas. En sus elegantes baños se han instalado distintas colecciones de diseño de Villeroy & Boch, y en la terraza superior se encuentra una bañera de hidromasaje de la línea SportX: todo ello a una vertiginosa altura de entre 35 y 45 metros.

El “hotel-grúa” Faralda NDSM Crane Hotel está situado en los antiguos astilleros NDSM, al norte de Ámsterdam. Tras su pasado industrial, la zona se ha ido transformando en un foco creativo y culinario con bares y restaurantes de moda, en el que se alojan diseñadores y artistas. El director del proyecto, Edwin Kornmann Rudi, descubrió la grúa industrial ya en desuso y desarrolló la idea de transformarla en un hotel de lujo fuera de lo común.

Desafío conceptual y constructivo

La reutilización de la grúa protegida supuso todo un desafío técnico y conceptual, que se pudo realizar con éxito una vez que se creó una fundación para la implementación del proyecto. Esta grúa de 50 metros de altura se desmontó completamente durante dos años y medio gracias al trabajo realizado por el estudio de Ámsterdam IAA Architecten en colaboración con VDNDP bouwingenieurs; las distintas piezas se restauraron y volvieron a ensamblarse in situ de acuerdo con su nuevo uso como hotel de diseño. Todos los elementos nuevos se realizaron en acero de color rojo para destacar sobre los ya existentes. Este diseño remite a las características de estructuras náuticas como las de las plataformas petrolíferas o los buques, y está salpicado de elementos como planchas de acero soldadas a la vista o claraboyas. Todos los elementos constructivos están visibles, y su tratamiento es sencillo y sin pulimento. Un ascensor exterior discurre a lo largo de la grúa para conectar las distintas plantas entre sí.

Lujo en todos los niveles

En el interior de la parte vertical de la grúa, los arquitectos de interiores de Studio Heem, de Haarlem, han equipado tres suites de lujo con -distintos diseños contemporáneos. En la antigua cabina del conductor, se ha añadido un falso techo para crear una unidad de dos niveles con salón y baño independientes en la planta inferior y un dormitorio en la planta superior. Por encima y por debajo de ella, se colocaron dos contenedores idénticos que albergan las dos suites restantes. Dada su ubicación a una altura de entre 35 y 45 metros, las suites cuentan con unas vistas impresionantes sobre el río, el centro histórico y el puerto de Ámsterdam. En su interior también se ha creado una atmósfera marítima gracias a la combinación de lujo, color y encanto industrial, junto con las vistas sobre la zona de los astilleros. Sus grandes ventanales permiten percibir la estructura básica de acero desde cualquier lugar del interior.

Wellness en las alturas

Los cuartos de baño están equipados con productos de las colecciones Loop & Friends y Aveo de Villeroy & Boch. Junto con la bañera La Belle, llama especialmente la atención la bañera independiente Squaro Edge 12, con faldón en grafito negro. El encanto especial del hotel reside en el logrado contraste entre los detalles de lujo y la funcionalidad objetiva del monumento industrial. Estos objetos destacan especialmente en el baño. Los productos de alta calidad de Villeroy & Boch se combinan con superficies de acero en bruto y elementos constructivos a la vista. En la planta situada sobre las suites, a unos 50 metros de altura, se encuentra una bañera de hidromasaje al aire libre SportX-Line de Villeroy & Boch, que garantiza una experiencia inolvidable con unas vistas asombrosas.

La transformación de una grúa en un hotel de diseño de cinco estrellas es un ejemplo de conservación y reutilización de construcciones existentes digno de mención. El nuevo uso de esta estructura industrial también mantiene, sin lugar a dudas, su encanto original y sus características constructivas. El área de los antiguos astilleros cobra cada vez más importancia como un centro turístico en el que la grúa se alza como figura emblemática, visible desde lejos.